Empezó en la empresa Continental SAC., una empresa peruana de gran trayectoria, la cual ha atravesado por muchas etapas de desarrollo a través de la historia de nuestro país. Continental originalmente era de la familia Sam y se dedicaba a importar de todo, lo único nacional era el rubro de cuadernos.
Se inicia como tienda en el mercado central, donde en esa época de los 80 estaba lleno de distribuidores mayoristas. Con el fallecimiento del hijo del fundador, la dirección pasó a manos de Pablo Wong Chan, un joven importador de artefactos y locería con apenas 24 años.
Al principio asumió este cargo como un vendedor común y corriente, por lo que le permitió entender la temporalidad de los productos, su diversidad, el modo de organización y hasta a la competencia.
Diez años después, el rubro de la empresa dio un giro: había dejado la pasamanería y se había concentrado en los útiles, los cuales se vendían con facilidad. En esos años, los 90, el mercado empezó a exigir mayor especialización y sobre todo calidad, se dio la llegada de marcas extranjeras por lo que puso en peligro de quiebra a las proveedoras peruanas.
Es así que el señor Wong aplicó un nuevo plan de venta, lo cual tardó 3 años en la que finalmente logró abrir una planta propia de cuadernos, hechos con papel importado. En 1995, la campaña escolar puso a prueba la marca STANFORD por primera vez.
Sabían de las necesidades del consumidor: las quejas de que los cuadernos duraban con las justas medio año; esto marcó la diferencia, por la que se empezó a trabajar con profesionales y un grupo permanente de investigación de mercado, se visitó colegios y obtuvieron las necesidades de niños y maestros.

STANFORD obtuvo la preferencia del público estudiantil pues se caracterizó por su altísima calidad, utilizando los mejores insumos para el producto, añadiendo valor agregado, diversificando su oferta para cada tipo de estudiante.
Actualmente el 95% de cuadernos STANFORD se queda en el Perú (55% en Lima y el resto de provincias) y el crecimiento del 2008 fue de 20%. Se está empezando a exportar a Centroamérica con la idea de poder crecer continuamente y no depender de la única campaña fuerte anual en el Perú.
STANFORD es la marca de cuadernos que le abrió las puertas de provincias y del exterior.
Misión de la marca: “Desarrollar productos de vanguardia que impulsen la mejora de la educación de la población”.
Visión de la marca: “Ser considerada la marca líder en cuadernos y útiles escolares de la región”.
Ataque a la mente: Cuadernos divertidos...
Una característica que viene desde los inicios de Stanford es la creatividad y diversificación a escoger para sus clientes. El ofrecer un producto para un estudiante de primaria es muy distinto que ofrecerle a un estudiante universitario.
En 1996 nacen los productos para kínder (cuadriculas más grandes, triple raya, cartográficos) y se lanzó los primeros cuadernos con personajes de dibujos animados en la tapa. STANFORD fue la primera en introducir estos valores agregados en un cuaderno, que modificaron el gusto popular; supo atacar la mente y jugar con las emociones de los más pequeños, algo que no se veía en otros productos.
Los cuadernos anillados (y de 5 divisiones) son la sensación para jóvenes, en los cuales también se ofrece estas variadas presentaciones. Y todo esto a la mano con los mayores estándares de calidad.
Reconocimiento del cliente...
Ampliación del Portafolio

Desde el 2008 amplió su línea ingresando al rubro de útiles escolares con gran éxito, es así que ahora cuenta con lápices, colores, témperas, crayolas, silicona, plastilinas, limpiatipos, etc.
Esto es un indicio de su clave de éxito, la diversificación. En la campaña del 2010 introdujo un producto alternativo a la plastilina, el practiforro un forro para cuadernos totalmente práctico y además el cuaderno que ya viene forrado.
Este cuaderno recién empieza a escribirse...